Llevo un año, aproximadamente, desayunado avena. Antes siempre tomaba tostadas de tomate, pero después de leer mucho acerca de la harina refinada y los beneficios de la avena, me decidí a probar con las gachas y desde entonces no desayuno otra cosa.
Hay mucha gente que me dice que no le gustan los copos de avena, que los ha probado y están malísimos, ¿eres uno de ellos?, el problema es que muchas personas se creen que los copos de avena se consumen tal cual los cereales, ponerlos encima de la leche y para adentro, pero no, si consumes los copos en crudo es como si te comes un arroz con leche sin cocer el arroz.
La avena hay que cocerla en leche o cualquier bebida vegetal o agua para que esté cocinada y no la comsumamos cruda.
Son numerosos los beneficios de este ceral, por ello, os animo a que probéis las gachas para el desayuno. Yo las hago la noche de antes, incluso me hago para tres días, los pongo ya en los boles en los que los voy a consumir, los tapo con papel film y al frigorífico, luego sólo hay que calentarlo un poco en el microondas con un chorrito de líquido y listo, asi que, no quiero excusas de que por la mañana no tenéis tiempo, porque se puede dejar preparado la noche anterior.
Lo acompaño con semillas de chía, que conviene que estén hidratadas al menos 15 minutos antes de consumirlas. Podeís cambiarlo por cualquier semilla que os guste (sésamo, lino...).